Se trata sencillamente de un frasco de cristal o plástico lleno de agua, pegamento líquido y purpurina que debemos agitar y mostrárselo al niño para que se concentre en como se mueve la purpurina y va cayendo lentamente hacia el final del bote. Los niños al observarlo, se centran en él evadiéndose del estrés y del nerviosismo y canalizando sus emociones. De esta manera se calman y pueden pensar y reflexionar con más claridad. Hay que tener en cuenta que es muy importante que los niños expresen como se sienten ante este tipo de situaciones, por lo que hay tener cuidado en no dar a esta herramienta un enfoque equivocado.
Si quieres hacerte con un bote de la calma lo único que necesitarás es:
>> Un frasco de cristal (yo lo he echo con una botella de plástico porque Marc es pequeño y podría romperlo al jugar con el).
>> Pegamento líquido o también podéis utilizar gomina para el pelo.
>> Purpurina
>> Agua caliente
>> Purpurina
>> Agua caliente
Para hacerlo es muy fácil, llenamos una cuarta parte del bote con el pegamento líquido o la gomina y el resto con agua caliente, añadimos unas cucharaditas de purpurina, cerramos bien la botella, agitamos para mezclar todos los ingredientes bien... ¡et voilà! ¡la calma está servida! ;)
me encanta... pero son de usar y tirar? quiero decir,cuando el agua se enfria o el pegamento se seca no sirve?
ResponderEliminargracias
Hola starvital! No son desechables! El agua caliente se pone para que se mezcle bien el pegamento con el agua, y al enfriarse el líquido queda más denso, así la purpurina va cayendo lentamente.
Eliminarme encanta... pero son de usar y tirar? quiero decir,cuando el agua se enfria o el pegamento se seca no sirve?
ResponderEliminargracias